¿Qué puede hacer un orientador laboral?
El orientador laboral es una figura que día a día se hace más necesaria. Nuestro entorno laboral traía, hasta hace bien poco, aires de conciliación familiar y compensación a la carta, pero llegó la crisis. En la actualidad, tras muchos recortes salariales en numerosos sectores, el miedo a perder el puesto de trabajo se ha instaurado en nuestras vidas. Somos perrillos atados a un palo sujeto por una corta cuerda, que nos ahoga y nos hiere pero, ¿quién se atreve a soltarse? Este nuevo sistema de jerarquías, que fomenta la desigualdad y la desilusión, no nos convence; pero tenemos demasiado miedo como para ver otro.
Un nuevo modelo de vida laboral
La realidad es que otra forma de trabajar es posible; existe otro modelo de relación entre contratantes y contratados. Sólo es necesario decidirse a cambiar el rumbo, hacer un alto en el camino, situarse, orientarse y echar a andar. No es una decisión fácil, ni muchísimo menos. Probablemente ya te lo hayas planteado alguna vez pero te paralizó el miedo. El miedo a perderlo todo, a quedarse sin nada, se apodera de ti y no te deja avanzar. Te impide ver que en realidad cambiar de dirección tiene más ventajas que inconvenientes. Que renunciar a algo puede traerte cosas mejores. Para superar estos miedos puedes apoyarte en mi, como tu orientadora laboral trataré de ayudarte a superar todas estas barreras.
El reto: la felicidad
Es una palabra grande que se nos hace quizá lejana, pero en realidad, la felicidad es aquello que todos buscamos. La felicidad no reside en tener mucho, en conocer mucho o en ser mucho. En realidad, parte de un estado en el que uno aprende a disfrutar y saborear de cada minuto, cada lugar y cada persona al máximo. Lógicamente, no se puede ser feliz viviendo en cualquier sitio, trabajando de cualquier cosa o relacionándose con cualquier persona. Todos somos diferentes y, como tales, damos respuestas diferentes a nuestras necesidades.
La importancia recae, pues, en las decisiones. En la postura que cada uno toma ante las cosas que le rodean. Quizá te preguntes: ¿en qué me baso para decidir quiénes son mis amigos, a qué profesión quiero dedicarme, a qué quiero dedicar el tiempo libre…? Si no tienes clara tu respuesta, este puede ser un buen momento para buscar un consejero que te encamine y te ayude a ver las cosas más claras, como por ejemplo hacemos los orientadores laborales.
Un orientador laboral hará que dejes de ir a la deriva y te ayudara a coger el timón. Será como un faro cercano que te guiará para que puedas dirigir la nave de tu vida hacia esos sueños que poco a poco vas dibujando. Con marejada, tempestad, contra viento y marea, si estás seguro de qué quieres, y cómo conseguirlo, sólo es cuestión de tiempo lograrlo.
Orientando el trabajo
Llegados aquí, hemos de hacer hincapié en la importancia de tener a alguien al lado. Si me dejas ser tu orientadora laboral intentare acercarme a ti y establecer un vinculo, pero con la distancia suficiente como para tener la libertad de decirnos verdades que otros no nos dirían. Seré tu guía, la que te haga pensar y mirarte hacia dentro; la que te provoque bucear en tu interior para saber qué y cómo lo quieres.
En la actualidad para lograr tus sueños no basta con tenerlos y esforzarse. El mundo de hoy se sustenta en una continua búsqueda de conocimiento. Es por esto que aprender a aprender, saber cómo adquirir saberes de manera autónoma, puede diferenciarnos de quien compite por ese ansiado puesto de trabajo. Ahora disponemos de nuevas herramientas para el autoaprendizaje. Internet nos lo pone realmente fácil. Sin saberlo, todos estamos desarrollando una capacidad crítica para saber lo que necesitamos. Unas estrategias que nos llevan a encontrar los conocimientos buscados sin tener que pasar por la paja de otras teorías.
Más importante que la capacidad de asimilación y búsqueda de conocimientos es nuestra experiencia y nuestras competencias. Aquello que se nos da bien, para lo que valemos, debe ser un dato importante que nos ayude a decidir nuestro futuro, pero sin restricciones. No podemos reprimir nuestros gustos para lograr algo que, dándosenos bien, no nos satisface. Al final, recibiendo consejos de tus padres, tus amigos, tus profesores; o de orientador laboral, tendrás que tomar una decisión. Puedes equivocarte, o no; será esencial que estés seguro de lo que decides, te va la vida en ello.
Qué hacer, dónde ir… ¡oriéntame!
Replantearse la vida al completo no es algo sencillo, breve ni banal. Entran en juego muchas pequeñas decisiones coordinadas y colegiadas que responden a un mismo fin. Aspectos como “qué quiero: dinero, tiempo en casa, divertirme…” condicionan multitud de decisiones que harán cambiar tu forma de ser y estar en el mundo. El orientador laboral aparece aquí como alguien que aporta estabilidad, rigor y certezas a este momento vital de gran incertidumbre. Nos ayuda a cambiar de perspectiva y decidir, antes de que nadie nos lo imponga, en qué nos va a cambiar la vida.
Podrás elegir un trabajo bien remunerado que absorba tu vida y te reste tiempo libre, de familia o de amigos. Quizá optes por un trabajo menos absorbente y una vida más austera, a cambio de más tiempo para hacer lo que quieres con quien quieres. No hay una opción mejor: cada uno somos único e irrepetible y encaja mejor en un modo de vida. Puedes trabajar por cuenta ajena o luchar por tu propio negocio. Puedes echar raíces donde siempre residiste o mudarte (sólo o en familia) en busca de una vida mejor a otra ciudad, a otro país. Sea lo que sea, lo que decidas siempre tendrás el apoyo de tu orientador laboral.
Desarrollar tu inteligencia emocional con ayuda de un orientador laboral puede suponerte el 80% del éxito en el trabajo: empatía, autocontrol, positivismo… Numerosas aptitudes que te orientarán al cambio, y te permitirán lograr una buena agenda de contactos. Sólo una máxima no puedes quitarte de la cabeza: eres libre; da tú el paso antes de que otro lo de por ti.
No lo dudes y contacta con nosotros, te podemos ayudar.
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