Siempre que realizamos un viaje necesitamos usar dos datos ineludiblemente: el origen y el destino del viaje. Para saber cómo elegir carrera el proceso es parecido. Necesitas conocer muy bien cuál es el origen, quién eres tú hoy, en la actualidad. Y deseas saber, quizá con más ganas, cuál es el destino del viaje: quién quieres llegar a ser tú el día de mañana.
Desarrollo personal para elegir carrera
No me cansaré de repetir que lo más importante es, antes de tomar ninguna decisión, en este caso elegir carrera, determinar quién eres. Cuál es tu personalidad, cuáles son tus valores, creencias y opiniones, tus talentos, qué quieres lograr, qué te motiva a ello, etc. Hay que tener todo esto claro, hay que saber muy bien en que punto estas en cuanto a tu desarrollo personal. En muchas ocasiones me encuentro con muchachos que creen tener claro a qué se quieren dedicar. Sin embargo, a medida que va a avanzando la conversación resulta que estudiando eso que les llevara a un puesto de trabajo, se aburren. ¿Cómo es esto posible?
Es más simple de lo que parece, resulta que eso a lo que se quieren dedicar en realidad es eso que otros aceptarían
como su profesión. O por desconocimiento, la profesión que tienen en su cabeza no existe, es una versión de lo poco que saben de ella. Son creencias impuestas por el entorno o distorsionadas que a los chicos y chicas de 16 años les crean mucha presión. La necesidad de encajar y de ser aceptados por los demás nos lleva a tomar decisiones que no tienen nada que ver con nuestros valores. Decisiones que limitan nuestro desarrollo personal. Como consecuencia de esto, en la mayoría de ocasiones acabamos fracasando en los proyectos que empezamos, o no elegimos bien la carrera que queremos realizar.
Empieza por buscar respuestas en tu interior. Empieza por preguntarte: ¿quién eres? ¿Quién quieres ser? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿ a dónde quieres llegar? Una vez que aclares esto, sabrás exactamente que carrera elegir y tu desarrollo personal habrá empezado a germinar.
¿Cómo sé quién soy?
Una vez que tienes algunas preguntas, sólo necesitas pararte a responderlas. Parece fácil, ¿no? No te fíes de ti mismo. No te interesa saber qué piensas de ti mismo, sino cómo eres en realidad. En ocasiones intentarás esconderte defectos que sabes que tienes. Otras, por el contrario, disimularás que hay algo que se te da bien. Piénsalo aunque sea un segundo: ¿de verdad sería bueno para ti esconderte un defecto que, sin trabajarlo, será una piedra en tu camino? ¿Hasta qué punto te conviene negar algo bueno que tienes, que quizá sea la puerta hacia ese futuro espléndido que tanto quieres? El desarrollo personal empieza en el momento que nos aceptamos tal y como somos.
Lo ideal es hacerte muchas preguntas muy concretas y responderlas por escrito (te obligará a pensar y concretar). También podrías preguntarle a tus familiares o amigos cómo te ven, qué piensan de ti. Su opinión no es una decisión en tu vida, pero te puede aportar otras perspectivas y ayudarte a pensar y hacerte tú nuevas preguntas.
Si después de haber escrito muchas respuestas te atreves a leerlo todo, te darás cuenta de que puedes sacar muchas conclusiones objetivas. Concluir: soy una charlatana, me gustan los deportes de equipo, se me da fatal dibujar… Ten cuidado, puedes sorprenderte afirmando cosas que no conocías de ti. Algunas te enorgullecerán, otras te asustarán, otras… el abanico emocional es muy amplio. Sin embargo una vez tengas todas estas respuestas seguro que ya sabrás que carrera vas a elegir, o por lo menos la rama profesional que más se adapta a ti.
Elegir carrera
Una vez tengas respuestas a todas las preguntas anteriores, da un paso al frente: “este soy yo y por ello he elegido esta carrera”. ¡Muy bien, esa es la actitud! Sin embargo, no podemos alejarnos de la realidad. Hay que tener siempre los pies en la tierra y estar muy atentos, porque vienen curvas. Ya has elegido carrera pero tienes que saber que el mundo universitario ha cambiado mucho en los últimos años y se ha diversificado. Hace dos décadas no existían la mitad de las carreras que se ofrecen en la actualidad. La demanda de otros tipos de profesionales y el avance de la tecnología han dado lugar a nuevas carreras universitarias. Como consecuencia, la oferta tanto de titulaciones como de universidades ha aumentado notablemente. Por otro lado, la introducción del Plan Bolonia ha hecho que, dependiendo de la universidad que elijas, tengas un plan de estudios u otro.
Este será el momento de estudiar qué opciones tengo y analizarlas objetivamente. Muchos aspectos son los que debes tener en cuenta antes de dar el sí a la carrera que has elegido:
- Áreas del conocimiento que te atraen. Lógicamente cuanto más concreto sea el punto de partida, más claro podrás realizar el análisis, pero cada uno somos maravillosamente diferentes.
- Datos de empleabilidad. Aunque en la actualidad son poco claros o inaccesibles, son un factor importante.
- Recursos económicos de que podrás disponer, tanto los propios como los que te pueda dar tu familia.
- Universidad más adecuada. Esto es algo realmente complejo. Podrás decantarte por el plan de estudios, por el prestigio, la ubicación (más o menos cercana a casa)… Debes valorar si estudiar en tu ciudad, en otra ciudad que te ofrezca algo diferente o, incluso, en el extranjero.
¿Cuál es mi carrera?
La decisión de elegir carrera, no puedes tomarla a la ligera, ya que de ella dependerá tu vida los próximos cuatro años al menos. Tampoco puedes plantearla como un salto de gigante que te aplastará sin remedio. Las preguntas vuelven: ¿para qué estudio la carrera? Puedo acompañarla, ¿cómo? Tras darte una nueva vuelta por la realidad, tomarás de nuevo decisiones valoradas desde el yo soy y el yo quiero valorando lo mejor para ti y tu desarrollo personal. Una buena decisión no te enfocará a una carrera, sino a una profesión, preparándote no sólo para elementos académicos. Otros muchos aspectos en tu vida, en tu personalidad, pueden cambiar y adaptarse para permitirte llegar al principio del camino: un puesto de trabajo.
Volvamos atrás: ya hemos decidido cuál es la profesión que encaja conmigo y que quiero para mi desarrollo personal. Ahora toca establecer el camino y elegir la carrera adecuada. Tras acabar la educación secundaria, para elegir una carrera, tienes, irremediablemente, que realizar la PAU. La Prueba de Acceso a la Universidad, más conocida como selectividad, es un aspecto importante a tener en cuenta. De tus resultados en la misma depende, en gran medida, que puedas elegir con mayor o menor libertad. Este año esto aporta un mayor nivel de incertidumbre. Su posible eliminación conllevaría la reformulación del sistema que actualmente permite la admisión a los grados universitarios de un modo que aún no conocemos.
Para no quedarte por el camino te conviene establecer pequeñas metas y hacer un plan de acción amplio. No te cierres a aprobar las asignaturas. Sabes qué es lo que quieres y qué necesitas cambiar, mejorar, solucionar… en definitiva, aprender, para conseguirlo. Sólo necesitas establecerlo y ponerte a ello. La carrera empieza: tu carrera, tu desarrollo personal, en definitiva tu vida.
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